Apaguemos el televisor

Hace unos días, haciendo zapping, me topé con una noticia que me llamó la atención. Era acerca de un oso panda que había tenido una cría, si mal no lo recuerdo, en Estados Unicos. Podría decirse que esta era una noticia casi intrascendente, porque más allá de su interés natural, ¿a quién podría importarle?, ya que, en este país, tenemos demasiados problemas como para fijarnos en algo semejante.
Siguiendo el curso de las noticias, y al mismo tiempo haciendo memoria, caí en un detalle muy llamativo, que refería a la orientación de los temas que se tratan. Todo lo que vemos en los medios sería factible de englobarse en diversos temas: deportivo, político-económico-social, chimentos, actualidad, etc. Cosa que sería en cierto aspecto, lógico; pero sin dudas, lo que no lo es, es el trasfondo que esconden.

Voy a dar un ejemplo para poder graficar mi pensamiento.
En Córdoba Capital, mi ciudad natal y donde resido, existe el Hospital Rawson, un hospital que centra la mayor parte de su atención en sintomatologías infecciosas, como el SIDA; que podría asegurarles, se encontraba hasta hace poco en condiciones lamentables. Pasando en una ocasión frente a el, en mi auto y con mi madre, le hice notar las reformas y ampliaciones, en buena hora, que se estaban llevando a cabo desde hacia meses. Ella no dejó de asentar con agrado este avance tan importante y beneficioso, pero también, algo triste y preocupante.
“No sabía que nada” —me dijo sorprendida, ya que ella es una mujer, en ciertos aspectos, adicta a las noticias nacionales y provinciales, ya sea por radio o televisión—. “En ninguna lado dijeron nada. Seguro que si se caía una pared, todos los medios iban corriendo a ver qué pasó”.
Esta reflexión, bastante simple, me provocó algo de rabia; porque me percaté de que diario, revista, radio y televisión, se han convertido, y sin oponer resistencia, en medios que promueven lo peor de nuestra sociedad. ¿Es que no ocurre nada bueno en el país? Estoy lejos de creerlo. Entonces, ¿por qué sucede esto?, ¿acaso hay una intencionalidad?
Me pregunto, con un toque de inocencia, ¿por qué la señal de cable dispone la grilla de canales de tal manera? Se dieron cuenta de que para llegar a los canales culturales: National Geographic, Discovery o History, debemos pasar por los canales de noticias, chimentos, novelas, deportes, infantiles, películas y series, varios (Utilísima y Gourmet), los codificados, moda, ¡e incluso el canal Rural!
 Si son los únicos canales que de verdad sirven o enseñan, por qué los ponen al fondo, por qué la televisión se centra en lo chabacano, en lo vulgar. ¿Será lo que más se consume? De seguro, pero también, y estoy convencido de ello, porque hay un empeño en manipular, y provocar desesperanza y miedo; las masas sometidas, y sin fuerzas, ni fe o esperanza, son por mucho más manejables.
Los Kirchner compran tierras por centavos y las venden por miles. Lo gritan a viva voz todos los medios… ¿Y qué?, ¿quién les va a hacer algo?, ¿y las investigaciones? Todo lo consumirá el olvido, como a otras tantas cosas.
Una vez existió en la Argentina un presidente, que le dieron vuelta el país y lo echaron a patadas, y la historia lo recuerda como un imbécil. ¿Recuerdan de De La Rúa?, ¿se acuerdan de que lo “renunciaron” por mucho menos de lo que pasa hoy? Cuánto hay de influencia de los medios, cuando todos señalaban horrorizados los asaltos a los supermercados y ninguno llamaba a la calma.
Entonces, el mundo que va en una dirección nos bombardea con lo peor que tiene, y su látigo: los medios, nos doblegan a voluntad. Somos niños que tristemente esperamos que nos guíen, que nos salven, y lo esperamos de los mismos que nos hunden.
Pero como sea, no todo está perdido. Yo pienso poner mi granito de arena para mejorar, y mientras tanto, cambiaré de canal, y leeré un libro en vez de una revista, y sólo escucharé música en la radio.

(WaldoHumor)

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